Riverside House Los vaqueros del Lejano Oeste |
Montados en el gran "track" de Alan, que transporta 10 terneros, partimos sin saber bien a dónde, pero en buena compañía. Alan sabe a dónde va y conoce bien su oficio de "ganadero".
Propietario de 2000 acres y otros 10000 alquilados, con 1000 cabezas de ganado y 8 caballos, dirige su rancho con facilidad, seriedad y siempre con una sonrisa. Su hijo Jim le ayuda, es muy simpático y muy fuerte, conduce el otro "big track" en el cual se pueden cargar hasta 50 animales.
Tres cumbres por cruzar, ligeramente nevadas, llegamos a la región de las minas de oro y plata. Algunos pueblos como "Ironside" a lo largo de la carretera Highway 26, pero muchas casas abandonadas, lo que da cierto encanto a nuestro viaje.
Alan está interesado en todo; conduciendo con precaución, me explica que su padre, en los años 40, alquiló un "placer mining" (lugar alquilado al estado por los buscadores de oro) en Colombia durante algunos años con la hermana de su esposa. No hizo realmente fortuna con el oro, pero mientras lavaba la tierra mediante un método hidráulico y con la ayuda de unos cien trabajadores, encontró una buena cantidad de piezas raras de los indios.
La mayoría de este tesoro se componía de pendientes, aros para la nariz y otras joyas de oro puro. Después de cruzar la frontera con este tesoro bajo el abrigo, la familia Jacobs lo guardó celosamente en una caja fuerte y ahora forma parte del patrimonio familiar.
Una hora de viaje, quizá un poco más, y llegamos a un gran valle donde a nuestra derecha hay una serie de corrales de troncos de madera, en los que ya hay unos 250 terneros.
En cuanto el camión amarillo, con el nombre de "Riverside Ranch", realiza sus maniobras, empieza la descarga con un ruido atronador de pezuñas resonando en los pisos metálicos. Encerrados y de cuatro en cuatro, los terneros son dirigidos hacia un pasillo y luego a una extraña máquina manual donde quedan atrapados el tiempo necesario para recibir dos inyecciones en el cuello y una dosis de líquido en cada narina.
Ahora hace frío y, tras una hora junto a ellos, a pesar del placer de su compañía, me refugio en el camión de Alan, donde hace más calor y, con un pequeño giro de la llave de contacto, logro sintonizar la emisora de radio local que transmite música country todo el tiempo. No hay duda, ya no estoy en Francia y mucho menos en La Bastide-Puylaurent.
De regreso, subo al gran camión de Jim, Alan nos sigue a 200 m., comienza a oscurecer y evitamos por poco un ciervo que estaba a punto de cruzar la carretera nevada. El interior del camión vale la pena; muy rústico, con asientos un poco "duros", un proyector que se maneja con la mano izquierda sobre la puerta, 15 marchas, 2 frenos de motor, una CB y, por supuesto, la bocina de tren.
Jim ha estado conduciendo camiones desde hace casi 10 años y cuando el camionero que nos precede nos capta por la CB en la frecuencia 19, la conversación fluye. Viene de California a recoger madera en el aserradero de Prairie City y está preocupado por la carretera resbaladiza. "No debe llevar mucho tiempo conduciendo" me dice Jim, quien conoce perfectamente toda esta región.
El camionero cargará su envío mañana por la mañana y hasta entonces dormirá en la parte trasera de su cabina, con el motor al ralentí para proporcionarse un mínimo de calefacción ya que hace cada vez más frío.
En la conversación se escucha el placer y la motivación de estos solitarios de la carretera de charlar de una cosa y otra, también como hacían los vaqueros junto al fuego, contar una historia vivida o preguntar si conoce a tal o cual persona...
Cada diciembre, es el encuentro en Las Vegas, Nevada, para el campeonato de rodeo (algún día me gustaría estar allí). Alan, Jim y Justin participan activamente en los concursos. Justin, el hermano más joven (22 años) es el campeón, monta los "Broncos" caballos salvajes y atrapa al ternero suelto en la arena con el lazo. Numerosas medallas adornan las paredes de la casa familiar.
Riverside Ranch B&B es una antigua escuela de pueblo con su campana que da un poco la impresión de una capilla a primera vista. Una gran puerta y aquí estamos en una enorme habitación con un techo alto, una pequeña sala de estar, 2 camas grandes y los servicios sanitarios. La decoración es sencilla y de buen gusto, algunas fotos de escolares de 1934, un pequeño pupitre y también una estufa de época en medio de la habitación. Sin televisión ni teléfono, como antes.
Situado a unos 6 millas de Prairie City, el lugar es tranquilo, rodeado de bosques y a 100 metros del río John Day. El rancho está al otro lado de la pequeña carretera sin salida. Cuando la actividad del rancho está en pleno apogeo y la naturaleza despierta, no hay mejor lugar para vivir el ambiente del oeste.
Judith vino a L'Etoile a finales de junio de 2003 con su colega Linda Harrington, quien maneja el "Strawberry Mountain Inn Bed and Breakfast" que se encuentra a 7 millas de "Riverside School House B&B".
Dos mujeres llenas de energía, de mente abierta y sobre todo muy interesadas en esta nueva forma de viajar "los intercambios". Creo que les gustó mucho las Cévennes y Judith ya habla de volver a pasar un mes en L'Etoile y sus alrededores.
Riverside School House B&B, Judith & Alan, Prairie City, Oregón - Mapa
Antiguo hotel de veraneo con un jardín a orillas del Allier, L'Etoile Casa de Huéspedes se encuentra en La Bastide-Puylaurent, entre Lozère, Ardèche y Cévennes, en las montañas del sur de Francia. En el cruce de los GR®7, GR®70 Camino Stevenson, GR®72, GR®700 Vía Regordane (St Gilles), GR®470 Fuentes y Gargantas del Allier, GRP® Cévenol, Montaña Ardéchoise, Margeride. Numerosas rutas en circuito para caminatas y salidas en bicicleta de un día. Ideal para una estancia de relajación.
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