Corang Farmstay Un oasis en el monte |
El "bush" australiano, este espacio infinito donde los propietarios de las "outback stations" poseen en promedio medio millón de acres (aproximadamente 150,000 hectáreas), despliega sus vastas extensiones. Aquí, los eucaliptos son menos numerosos, las ovejas reemplazan a las vacas, las carreteras se extienden rectas hasta donde alcanza la vista, y el cielo parece más amplio que nunca. Hemos dejado definitivamente el "Sur Tropical" y sus bosques incendiados al sur de Sídney.
En Halden (y no Holden, como la famosa marca de automóviles que ganó las 24 Horas de Le Mans en 1970), un pequeño pueblo de 2,301 habitantes, la vida parece estar suspendida en una calma casi irreal. La juventud se marcha, y con Canberra a más de 100 kilómetros, los citadinos no acuden en masa para los fines de semana. La biblioteca, atendida por una joven, nos recibe como un refugio inesperado. Nos muestra la computadora para consultar nuestros correos electrónicos antes de desaparecer para fumar un cigarrillo en el banco de enfrente. En la tienda de ropa, el ambiente es amistoso, aunque la moda parece estar lejos de sus preocupaciones. Conversamos sobre la buena vida local, y sueña en voz alta con un viaje fuera de Australia, una aspiración que probablemente quedará fuera de su alcance. Afuera, el calor del sol convierte nuestro coche en un horno. La calle principal de Halden, de 50 metros de ancho, está bordeada por grandes coches envejecidos. Las señales de tráfico son escasas, pero la amabilidad de los habitantes facilita el contacto.
Pasamos por Wallendbeen casi sin darnos cuenta. Un discreto cartel indica "Corang" a la derecha. Aquí comienza el verdadero "bush", donde los caminos de tierra roja se extienden hasta el horizonte, a veces sin cruzarse con una sola gasolinera. En este escenario encontramos un oasis: nuestro "Aussie Bed and Breakfast Inn", a 3 horas y media de Sídney y 6 horas de Melbourne.
Colleen nos recibe con calidez y entusiasmo. Su casa, una antigua granja transformada en B&B, respira autenticidad. El interior, amueblado en un estilo antiguo, está decorado con fotos familiares y alberga un pequeño bar que llama inmediatamente la atención. En sus cien hectáreas restantes, Greg y Colleen cultivan cereales, recogen heno y hacen pastar las ovejas de la granja vecina situada a 5 kilómetros. El espacio aquí es inmenso, pero parece casi modesto en comparación con las gigantescas estaciones que cubren medio millón de hectáreas.
Su propiedad ofrece una piscina, una cancha de tenis, caballos y un jardín florecido, un contraste sorprendente con las condiciones difíciles de los primeros colonos. Greg y Colleen, tras una vida de arduo trabajo, nunca se han rendido. Su casa está impecablemente mantenida, y su hospitalidad irradia por todas partes.
Después de un día bajo el sol abrasador, no hay nada mejor que un chapuzón en la piscina. Por la noche, apoyado en el bar, Greg nos confiesa su nostalgia por el pasado. Evoca la ayuda mutua de antaño y lamenta el declive de los verdaderos valores australianos, aquellos que, según él, no se encuentran en Byron Bay, donde a menudo se espera la ayuda del gobierno. Greg, curtido por los grandes espacios y una vida de esfuerzo, aún tiene el porte de un hombre incansable. Vestido con esmero para la ocasión, encarna esa generosidad que marca toda nuestra estancia.
Colleen, siempre ocupada pero atenta, nos hace sentir cómodos en su cocina aromática, donde el pan casero emana cálidos aromas. Por la ventana, un paisaje infinito se extiende bajo un cielo de una belleza impresionante. La cena, servida con manteles individuales y cubiertos de plata, refleja el cuidado que pone en recibirnos. Su amabilidad transforma esta velada en un momento inolvidable.
Al día siguiente, Colleen nos muestra la región, impregnada de historia con sus antiguos pioneros, buscadores de oro y "bush rangers". En Young, una encantadora ciudad marcada por los años 50, visitamos la próspera empresa de su hijo Gérard, especializada en maquinaria agrícola. Gracias a la caída del dólar australiano, las exportaciones de carne y trigo prosperan, permitiendo a Gérard construir una magnífica villa en una colina y plantar sus primeros viñedos: Merlot y Cabernet Sauvignon, reflejo de la nueva pasión australiana por el vino.
En la bodega de Young, el olor y el ambiente recuerdan a las bodegas monásticas. Jenny, luciendo orgullosamente un sombrero de vaquero, nos cuenta su felicidad de haber dejado Sídney para abrazar esta vida rústica. Sus barriles encierran tesoros: Pinot Noir, Sauvignon Blanc y Chardonnay.
De vuelta en el B&B, un nuevo chapuzón en la piscina nos refresca antes de que Greg nos proponga una excursión para conocer a los canguros, seguida de un trago en el pub de Wallendbeen. A bordo de su gran 4x4, exploramos sus tierras, pero el famoso animal permanece invisible, para la gran frustración de Greg.
El pub de Wallendbeen, un antiguo hotel de estilo colonial, conserva una atmósfera singular. Greg, respetado por todos, nos presenta a la dueña y a los habituales. Muy pronto, el ambiente se anima. Entre cervezas, risas y fotos improvisadas, la tranquila rutina del bar da paso a una verdadera fiesta improvisada. Los rostros curtidos de los habituales parecen contar mil historias, y la abuela de la dueña, atraída por la animación, se une a nosotros, aportando un toque de autenticidad adicional.
De regreso con Colleen y Greg, una barbacoa en la terraza cierra nuestro día. Mientras Greg prepara los filetes, el aroma de las parrilladas flota en el aire, símbolo de la auténtica Australia, la que nos ha acogido con tanta calidez.
Aussie Farmstay, Colleen y Greg Hines, Wallendbeen, NSW, Australia - Mapa
Antiguo hotel de veraneo con un jardín a orillas del Allier, L'Etoile Casa de Huéspedes se encuentra en La Bastide-Puylaurent, entre Lozère, Ardèche y Cévennes, en las montañas del sur de Francia. En el cruce de los GR®7, GR®70 Camino Stevenson, GR®72, GR®700 Vía Regordane (St Gilles), GR®470 Fuentes y Gargantas del Allier, GRP® Cévenol, Montaña Ardéchoise, Margeride y numerosas rutas de senderismo en estrella para el día. Ideal para una estancia de relajación y senderismo.
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